Rodriguez Valencia Arquitectos
Cada oficina de arquitectura tiene un sello propio que la caracteriza. La definición de los elementos de un proyecto, como lo son muros, techos, puertas o ventanas, puede realizarse mediante diversas formas de pensamiento estructural. Mientras que para algunos una puerta es una hoja de madera que comunica o ciega dos habitaciones, en Rodríguez Valencia es el lugar de transición entre dos espacios, en el que se pueden generar múltiples situaciones, atmósferas y expectativas visuales y evocativas.
Al igual, cada cliente en sí mismo es un universo gigantesco. Las expectativas e ideales son únicos, y la lista de necesidades, ilimitadas. Debido a esto y con el objetivo de ir más allá de los requerimientos puntuales, en Rodríguez Valencia nos aproximamos a las necesidades de nuestros clientes de una forma poética y poco inmediatista, buscando la generación de emociones mediante dos aspectos fundamentales.
Las experiencias de la infancia, la casa de los abuelos, el espacio en el que pasaban las vacaciones, los lugares en los que fue feliz, y el por qué eran especiales estos espacios, son descripciones que nos llevan a construir una dimensión y una representación de los espacios, que resulta en una atmosfera conmovedora en la que el usuario se siente realizado y construye la evocación, el primer factor en la generación de conceptos para cada uno de nuestros proyectos.
La segunda emoción es la sorpresa: el descubrimiento de los espacios y lo que pasa a medida que se recorren, las sensaciones que integran el interior con el exterior desdibujando los límites del adentro y el afuera, las relaciones del individuo con el espacio, y del espacio con el entorno, constituyen una nueva relación entre el ser y el espacio que utiliza.
Esto se traduce en una apropiación de los diversos espacios en múltiples niveles: cómo estos lo representan, cómo los vive, cómo funcionan. Se buscan relaciones tanto funcionales como espaciales, que generen emoción a nivel de la experiencia arquitectónica y del recorrido y la vivencia de los espacios, lo que genera el éxito de nuestros desarrollos de diseño
La variación de el espacio habitable hacia proyectos a gran escala nos lleva a la misma concepción. Los seres humanos creamos vivencias en los espacios que utilizamos, un ejemplo son los colegios, en los que mediante la recuperación de los patios y el contacto con la naturaleza, queremos generar la experiencia de una casa en cada espacio, pensado y basados a partir de las personas y su estadía y relación con estos espacios.
De esta forma se consolida el pensamiento de una oficina en la que, gracias a un excelente equipo de trabajo, busca contar historias a través de cada decisión de diseño, mediante las vivencias y sentimientos de las personas que usarán o habitarán los espacios.
